y recluirse en un monasterio, obligado a mantener silencio. Sus ideas
no gozan de pleno consenso entre los investigadores pro-paranormal
y es más bien resistido entre los científicos que
estudian lo paranormal desde un punto de vista escéptico. Los primeros
lo acusan de utilizar la Parapsicología para una
cruzada evangélica contra del espiritismo y los segundos de
crear confusión, habida cuenta de su tendencia a refutar
vehementemente las creencias convencionales de los parapsicólogos
y ofrecer como contraparte creencias paranormales de cuño propio,
sumamente influidas por su visión religiosa.
González Quevedo nació en Madrid el 15 de diciembre de 1930.
Desde la década del 50 reside en San Pablo, Brasil, donde
desarrolló su carrera pastoral y su especialidad, la Parapsicología.
Pero su interés por estos temas surgió en España,
donde, siendo muy joven, dos tíos espiritistas trataron de iniciarlo
en el kardecismo. Curioso y lector voraz, a través de ellos
y de sus libros tomó contacto con el asombroso mundo de los
espíritus. Así surgieron sus primeras dudas.
Ya enrolado en la Iglesia (órden de los Jesuitas) cursó
cuatro carreras universitarias y se destacó por sus estudios parapsicológicos.
La Parapsicología se tornó mi actividad pastoral,
mi apostolado. Y aquellos tíos mios, antes espiritístas,
gracias a Dios y por mi culpa, murieron católicos, dice Quevedo.
UN PRESTIGIO BIEN GANADO
Quevedo es Licenciado en Humanidades por
el Centro Superior de Estudios Clásicos de Salamanca, Filosofia
y Psicología por la Universidad de Comillas y doctorado en Teología
por las Facultades Teológicas de Comillas y San Leopoldo, Brasil).
Enseña Parapsicologia en varias Facultades de San Pablo, y en la
década del 50 fundó y desde entonces dirige el
CLAP (Centro Latino Americano de Parapsicología). Es también
presidente y miembro honorario de numerosos institutos de Parapsicología
en México, Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Brasil,
España, Portugal y los Estados Unidos. Recibió, entre otros
premios, el Diploma de Honor en el IX Congreso Internacional de Parapsicologia
de Milán y su trabajos sobre Parapsicología fueron publicados
en diversas revistas universitarias y de divulgación científica.
Fue Director del Departamento de Experimentación y Estudios del
Instituto de Brasileño de Parapsicología (Río de
Janeiro) y miembro de la Sociedad Española de Ilusionismo (Bracelona
y Madrid). Es autor de varios libros, reeditados varias veces y publicados
en distintas lenguas. Entre ellos, El rostro oculto de la Mente
(Ed. Sal Terrae, Santander, 1968), Las Fuerzas Físicas de
la Mente (Ed. Sal Terrae, Santander, 1969), ¿Qué
es la Parapsicología? (Ed. Columba, Buenos Aires, 1969),
Los curanderos (Ed. Sal Terrae, Santander, 1977), su obra
dividida en cinco tomos titulada ¿Los Muertos Interfieren
Nuestro Mundo? (1991) y Antes que los Demonios Vuelvan
(Ñandutí-Vive, Asunción, 1993). Sus libros fueron
considerados por la "Fundación Internacional de Parapsicologia
de Nueva York y por la Sociedade de Investigación Parapsicológica"
de Londres entre los mejores libros de la especialidad
publicados hasta el momento.
UN CURA VEHEMENTE Y POLÉMICO
Si bien cree que la adivinación por medios no convencionales es
posible, en 1964 lanzó una apuesta de 10.000 contra 50 cruzeiros
(antigua moneda brasileña) a cualquier curandero o adivino
que acierte cuatro entre cinco cartas de una baraja, que yo mezcle.
Su idea es que los fenómenos paranormales son esencialmente
espontáneos e incontrolables. Esta convicción, que defiende
incluso a conciencia de que el carácter inasible del
fenómeno lo vuelve al mismo tiempo indemostrable, lo llevó
a cometer algún serio desliz. En abril de 1993, invitado
a la Argentina a propósito de un difundido caso de presunto Poltergeist
en General Madariaga (Buenos Aires), el Padre Quevedo rechazó
la presencia de espíritus o demonios pero... aseguró
que allí había una energía somática
llamada telergia que puede mover objetos a distancia dentro
de un radio que no supere los 50 metros. En realidad, como lo demostró
el ilusionista experto en fraudes paranormales Ladislao
Enrique Márquez, el caso se podía explicar sin necesidad
de recurrir a hipótesis parapsicológica alguna.
[Por Alejandro Agostinelli. Este texto es parte del Proyecto Enciclopedia
Multimedia de Cultos, Mitos y Misterios. Exclusivo para Dios! ©
2002 Todos los derechos reservados.]
Bibliografía:
Márquez, L. Enrique, Caso
Gral Madariaga: El embrujo de una ilusión, en
El ojo escéptico N° 7-8, Año 3 / julio de 1993.
Pp. 6-16.
González Quevedo, Oscar; El rostro oculto de la Mente
(Ed. Sal Terrae, Santander, 1968)
González Quevedo, Oscar; Los curanderos (Ed. Sal Terrae,
Santander, 1977).
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