Ross, Rick
Anti-sectas, Desprogramador. EE.UU.

Se presenta como ‘consultor en sectas religiosas’. Para algunos, la categoría de ‘consultor’ o ‘consejero’ son eufemismos para designar de algún modo a un oficio cuestionado. Ross, en verdad, se hizo famoso por ser contratado por familiares de seguidores de nuevos movimientos religiosos para convencer a éstos de que -utilizando metodologías que no excluyen el uso de la fuerza- logrará que los devotos abandonen a aquellos cultos a los que habían decidido enrolarse. Este oficio se llama "desprogramación", y Ross es uno de los "maestros" del género.

Pese a que Ross carece no ya digamos de toda preparación sino de conocimientos en Psiquiatría o Psicología, la organización anti-sectas CAN (Cult Awareness Network) también lo consideró en 1992 "uno de los seis mejores desprogramadores de los Estados Unidos". Ross también se jacta de haber "rescatado a cuatro davidianos como resultado de su intervención" y "ayudado a muchas familias afectadas por David Koresh". Lo explica él mismo -en tercera persona- en la biografía que publica en su web site: "(Rick Ross) es considerado un experto en sectas destructivas, incluyendo la Rama Davidiana. Antes y durante el trágico final en Waco, Texas, él fue consultado por la ATF y el FBI." (1).

No debería sentirse tan orgulloso del papel que jugó durante el asedio policial que acabó con la violento ataque del 19 de abril de 1993, al menos no si el lector sabe qué sucedió realmente en Waco.

"DEMONIZADOR" DEL CULTO QUE ACABÓ EN LLAMAS
El papel de Ross como el de otros integrantes del movimiento anti-cultos a lo largo de la crisis de Waco (donde después de un asedio de 51 días, agentes del FBI asaltaron el rancho de la Rama Davidiana precipitando un incendio, el 19 de abril de 1993) fue severamente cuestionado por los principales académicos dedicados al estudio de las religiones minoritarias, constituyéndose en ejemplos de la clase de ‘consultores’ a los que tanto fuerzas de seguridad, jueces y medios no deberían recurrir para conseguir información fidedigna sobre la historia, características o forma de vida en las religiones alternativas (2).

Por medio de la CAN, Ross había sido contratado por la familia de David Block, un davidiano que aceptó someterse a una desprogramación (es decir, no un secuestro violento). Ross discutió con Block el abandono del grupo y -tras absorber la retórica anti-sectas del desprogramador- no sólo lo dejó sino que se convirtió en otro activo crítico (3). Ross intervino directamente en el caso Waco en 1992. En esa ocasión, no sólo proporcionó datos tendenciosos sobre el funcionamiento interno de la Rama Davidiana (azuzó a los medios locales de que Koresh abusaba sexualmente de los niños sin pruebas, e insistió con ello pese a que los servicios sociales del condado sólo habían encontrado la práctica de la poligamia, técnicamente prohibida pero socialmente tolerada desde el advenimiento de los Mormones y grupos similares) sino que, decepcionado, acabó dirigiéndose a la ATF (Oficina de Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego), planteando que los davidianos poseían armas ilegales. Esta versión fue la que determinó a la ATF lanzar el desastroso asalto del 28 de febrero de 1993, cuando murieron cuatro agentes y seis davidianos.

DESPROGRAMACIONES ‘A LA CARTA’
No se sabe si por motivos de incorrección política o legales, Rick Ross no declara en su web en qué consiste su negocio. Una razón posible: el trabajo de ‘desprogramador’ es ilegal en muchos estados. Se trata de un oficio sucio, extenuante y nada es barato. Su principio operativo, esquemáticamente, es así: los ‘desprogramadores’ creen que los adeptos tienen ‘el cerebro lavado’ y, por lo tanto, están convencidos de que deben proceder ‘de la misma manera’ que el grupo actuó con los creyentes, motivo suficiente para someter a éstos a prédicas maratónicas de información negativa sobre el grupo en cuestión, hasta ‘ganar por cansancio’. Los clientes de desprogramadores como Ross -familiares o amigos de los adeptos- tienden a creer que están ante un ‘experto’, cuando éstos a menudo no se diferencian mucho a matones especializados en asustar a la gente para que abandone el grupo y regresen a brazos de su familia. El auge de la actividad de los desprogramadores, unas veces parte y otras desgajados de grupos anti-sectas, hizo que (entre los años 80 y 90) algunos científicos sociales -alarmados por sus prácticas ilegales-, radicalizaran sus posiciones a favor de cultos que recibían acusaciones sin fundamento científico y comenzaran a presentarse como peritos de parte en defensa de ciertas iglesias o a asesorar legalmente a grupos o a integrantes afectados.

DE LA CÁRCEL A LA DOCENCIA
Rick Ross fue guardaespaldas y en 1975 fue condenado en Phoenix, Arizona, por hurto en una joyería. Poco tiempo después, logró llamar la atención con un folleto titulado Lo que se hace en nombre de Dios en Arizona, publicado la Federación Judía y endosado por líderes religiosos de la zona, tales como la oficina Ecuménica e Interreligiosa de la Diocesis Católica Romana, el Ministerio Regional de los Discípulos de Cristo y la Iglesia Presbiteriana. Desde entonces, se relacionó con proyectos educativos como ‘especialista en sectas’ de dos comités de la Unión de Congregaciones Hebreas Americanas y en B’nai B’rith International, una comisión especializada de la organización hebraica, con sede en Washington. Tras una década de servir en esas entidades -lapso durante el cual tuvo serios problemas con la Justicia-, Ross se dedicó a la actividad privada a tiempo completo, siempre como consultor en ‘sectas radicales y destructivas’. Desde 1986, Ross participó como ‘testigo experto’ en centenares de juicios donde los acusados eran grupos controvertidos. Según Ross, atiende al 75 por ciento de su clientela gratuitamente y se hace asesorar por un gabinete psicológico.

Fue entrevistado por medios como Newsweek, The New York Times, The Chicago Tribune, The Washington Post, The Associated Press, Globes, y Davaar. También tuvo participaciones en programas de TV como The Today Show, Good Morning America, 48 Hours, Day One, ABC News, Nightline, Dateline y numerosos shows radiales y televisivos en EE.UU, Japón y Canadá. También fue conferencista en instituciones prestigiosas como la Universidad de Chicago, Carnegie Mellon, Baylor y Pensilvania en Filadelfia.

Actualmente, reside en Nueva Jersey tras vivir varios años en Phoenix, Arizona.

Notas y bibliografía consultada:
1) Ross, Rick, Página Personal en http://www.rickross.com

2) Otro instigador clave fue Marc Breault, un antiguo líder del grupo, quien insistía en que Koresh tenía planes de "sacrificar a un niño siguiendo el modelo de Abraham e Isaac" en el Antiguo Testamento.

3) Melton J. Gordon, "Final en llamas", en la obra colectiva From the Ashes - Making sense of Waco. James R. Lewis Editor. Londres, 1994.

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[Por Alejandro Agostinelli. Este texto es parte del Proyecto Enciclopedia Multimedia de Cultos, Mitos y Misterios. Exclusivo para Dios! © 2002 Todos los derechos reservados.]
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