A
través de la casa emiten su creciente luz,
Por
el fuego soñoliento y muerto:
Cada
Elfo y hada Sprite
Saltan
con su luz como pájaro en zarzal;
Y esta
cantinela, después de mí
Cantan
y bailan rápidamente.
William.
Shakespeare
Sueño
de una noche de verano Acto 5, Escena 1
Serendipia.
Se dice que la serendipia es el
"arte de encontrar o descubrir por accidente o sagacidad, las
cosas que no se estaban buscando". El término proviene del cuento
The three princesa of Serendip, escrito por Horace
Walpole en 1754.
Sarandib
o Serendib es el vocablo árabe (persa) que designa a
la isla de Ceilán. Algunos diccionarios españoles utilizan serendipidad,
serendipiti, pero considero que serendipia es
más sonoro. Pero la serendipia no es la "chiripa" ["carambola"],
la simple "suerte" o el "accidente" afortunado. El concepto
va más allá: se aplica a descubrimientos inesperados hechos
por mentes receptivas. La primera vez que se aplicó en el campo
científico fue en 1955 cuando en la revista Scientific American
apareció descrita como:
Nuestra historia tiene
como eje central, aquellas coincidencias que muestran cómo el
descubrimiento, a menudo, depende de la suerte, o de lo que
ha sido llamado 'serendipia', es decir, la posibilidad de que
la observación caiga en un ojo receptivo.
Todos podemos
encontrar algo de "chiripa". La mayoría de las veces dejaremos
pasar estos "descubrimientos", porque no estamos preparados
para darles su justo valor. Sólo aquellos que encuentran y saben
-a posteriori- lo que encontraron, pueden decir que tuvieron
una serendipia. Este nuevo campo de la física atmosférica, como
veremos, está lleno de casos de serendipia.
Una
noche de 1989, Robert Franz,
Robert Nemzek y John
Winckler [1] , de la Universidad de Minnesota,
estaban probando una nueva cámara de video. La sensibilidad
de la cámara era extraordinaria, se le podía usar aún con muy
bajos niveles de luz. Repentinamente, por casualidad, capturaron
un brillo rojo de muy corta duración (fracciones de segundo),
por encima de una tormenta eléctrica, en los cielos de
Minnesota. No había duda de que se trataba de un fenómeno eléctrico,
pero no podía ser un relámpago: estos no se dan por encima
de las nubes y mucho menos en la ionosfera. Eran enormes
columnas luminosas situadas a gran altura sobre una tormenta
lejana. Se trataba de la primera prueba científica de la
existencia de los Red Sprites (duendes o espectros rojos),
como luego serían bautizados.
Desde
hace un siglo existen diversos reportes de estas emisiones,
"parecidas a un cohete". Algunos se deben a observaciones de
pilotos [2] , pero los primeros se deben a naturalistas
y científicos del siglo XIX
[3] , como Toynbee y Mackenzie, en 1886; Everett
y Everett, en 1903, C. V. Boys, en 1926; D. Malan, en 1937;
y C. T. R. Wilson, en 1956. Aunque probablemente la primera
referencia documentada de este tipo de fenómenos se encuentra
en el capítulo 7 de Rudimentary Electricity de Sir W.
Snow Harris, tercera edición, 1853.
En
1925, el físico escocés C. T. R. Wilson
predijo la existencia de breves destellos de luz tenue por encima
de las tormentas [4] . Wilson, considerado el padre de la teoría
de los relámpagos, logró describir físicamente el fenómeno en
1956 [5] , aún antes de que se tuvieran pruebas de su
existencia.
La
teoría de Wilson, que utilizó un análisis electrostático de
los relámpagos, proporcionó la respuesta básica. Wilson se basó
en los trabajos en la electrónica de los gases de J.
J. Thomson quien dirigía el Cambridge University's
Cavendish Laboratory. La investigación en Cavendish había
establecido el papel de los electrones libres y su trayectoria
promedio en la interrupción dieléctrica de los gases. Este
descubrimiento llevó a la predicción de que la fuerza dieléctrica
es proporcional a la densidad de gas.
Wilson
propuso que un relámpago nube-tierra positivo pudiera ser visto
como una deposición repentina de carga negativa en la parte
inferior de la nube con una correspondiente imagen de carga
positiva que aparecería a igual distancia en la superficie de
la Tierra.
Las
predicciones de Wilson para grandes alturas fueron publicadas
en 1925. Este mismo año, Eduard Appleton, un estudiante de Thomson y Wilson en
el laboratorio Cavendish, descubrió que la ionosfera refleja
la radiación electromagnética, un fenómeno que modifica ligeramente
las predicciones de Wilson en aquella región. El efecto principal
de la ionosfera conductora es que evita las descargas luminosas,
y por lo tanto los sprites, a alturas mayores a los 90 Km. Observaciones
recientes con un equipo UAF confirman esta imagen física.
En
1950 se hizo la primera observación desde un avión comercial
que volaba sobre las islas Fiji
[6] . Los reportes iniciales se referían a estos
fenómenos utilizando varios nombres, "descargas ascendentes",
"descargas nube-estratosfera", y "descargas nube-ionosfera".
Treinta
y nueve años más tarde (1989), Bernard
Vonnegut, de SUNY, Albani, estudiaba el trabajo de Wilson.
Comprendió que la evidencia que podría demostrar la veracidad
de sus teorías podía aparecer en las imágenes de vídeo de
la atmósfera superior de la Tierra registrada por astronautas
desde el trasbordador espacial. Vonnegut animó a William
Boeck de la NASA y Otha Vaughan a buscar dicha evidencia. Su búsqueda tuvo
éxito. En la conferencia de otoño 1990 de la American Geophysical
Union, Boeck y Vaughan presentaban la evidencia de los destellos
en la atmósfera superior.
Nuevamente
la serendipia había jugado un papel fundamental. John
McKune, del Centro de Vuelo Espacial Johnson de la
NASA, había desarrollado un programa para localizar tormentas.
Este programa también permite determinar el tamaño de los relámpagos
que se pueden ven en las imágenes de vídeo. De no ser por el
programa, difícilmente hubieran podido captar los destellos.
McKune estaba asombrado:
"Durante
la misión de la Lanzadera STS-34, en la Órbita 44, que ocurrió
en noche del 21 de octubre de 1989, observamos y registramos,
usando cámaras de televisión que podían captar intensidades
luminosas muy pequeñas, un objeto como si fuera una descarga
vertical que se movía desde la cima de una tormenta en el
momento en que un relámpago la iluminaba desde la parte de abajo.
"En esa misión vimos un fenómeno que nunca habíamos observado
antes. Aunque algunos pilotos de aviación comercial y militares
ya habían informado de relámpagos que salían de la cima de las
tormentas y se movían hacia arriba, hacia la ionosfera, no
había ningún respaldo fotográfico para demostrar la existencia
de este tipo de fenómenos. En algunos casos los pilotos
que observaron el destello contaron que los meteorólogos en
turno no los habían tomado en cuenta. Varias de estas observaciones
han sido relatadas en la literatura científica.
Después
de eso se capturaron miles de imágenes desde aeronaves
con cámaras sensibles. En sólo cuatro años se obtuvieron aproximadamente
veinte imágenes por el trasbordador espacial
[7] . Desde entonces, se han capturado más de mil
secuencias de vídeo. Estas incluyen algunas obtenidas desde
la tierra [8] -
[9] y otras desde aviones [10] -
[11] .
SPRITES ROJOS
El
término de sprites rojos se refiere a las emisiones de luz visible
que ocurren en la mesosfera y la ionosfera sobre las tormentas.
El nombre fue propuesto originalmente por el Dr. Dave
D. Sentman de la University of Alaska, Fairbanks, y fue
usado por primera vez en la literatura por W.
A. Lyon [12] en 1994. Es un término caprichoso que evoca
el sentido de su naturaleza breve. Según Lyon, es "adecuado
para describir la apariencia, y no proporciona ningún juicio
acerca de la naturaleza física del fenómeno". Sentman dice que
el nombre se originó por sus "cualidades parecidas a las
de las hadas".
Los
sprites (*) son sólo apenas perceptibles por el ojo humano.
En las imágenes intensificadas de TV obtenidas desde la tierra
y desde aviones se ven como estructuras complejas y deslumbrantes
que asumen una variedad de formas, que van de un pequeño punto
o múltiples manchas verticalmente alargadas, a manchas con
débiles protuberancias encima y debajo, a grupos brillantes
que surgen de las cimas de nube y llegan a altitudes de hasta
unos 95 Km. En los sprites predomina el rojo. La región más
brillante se puede localizar a una altura de 65-75 Km; encima
de ellos se puede ver, a menudo, un brillo débil rojo o una
tenue estructura que se extiende a unos 90 Km. El promedio máximo
es a los 88 Km, pero la máxima brillantez se puede observar
a los 66 Km. Debajo de la parte superior, de color rojo vivo,
a menudo aparecen estructuras de filamentos azules parecidas
a un zarcillo. Estas estructuras pueden bajar hasta alturas
de 40 Km, aunque se han reportado alturas de hasta 30 Km por
fotogrametría. Los filamentos que le cuelgan tienen colores
que van del rojo al azul conforme decrece la altura. Estos colores
son producto de la excitación del nitrógeno molecular (las líneas
brillantes de su espectro caen en los rangos de 650 a 680 nm
y 750 a 780 nm).
Los
sprites raras veces aparecen separadamente, por lo general ocurren
en racimos de dos, tres o más. Objetos grandes, como el mostrado
en la Figura 1, parecen estar constituidos de muchos sprites
individuales entrelazados en racimos. Otros pueden estar más
separados y extenderse en distancias horizontales de 50 Km
o más y ocupar volúmenes atmosféricos superiores a 10,000 Km
cúbicos.
Figura
1
Los
sprites tienen una extensión horizontal de 25 a 50 Km con un
centro brillante de menos de 10 Km de ancho. Duran varios milisegundos,
con un tiempo de vida máximo de 300 milisegundos (medidas tomadas
con fotómetros de alta velocidad). Se ha acumulado evidencia
que indica que los sprites son producidos o están asociados,
por lo regular, a las partes de las tormentas que se descomponen
y están correlacionados con relámpagos de nube-tierra (CG,
cloud to ground) en extremo positivos, generados en la región
estratificada de grandes complejos convectivos de la mesoscala.
Una condición necesaria y mínima para la aparición de sprites
es un área de tormenta de unos 2 x 105 km2. Los relámpagos
CG positivos tienden a ser grandes descargas (de varios Kiloamperes).
Sólo el 10% de todos los relámpagos son CG positivos. Los sprites
se han observado en prácticamente todos los lugares en donde
hay tormentas fuertes, incluso sobre los océanos.
Existen
muchas formas de sprites. Las más elementales, y probablemente
más pequeñas son columnas verticales solitarias conocidas como
Sprites C. Las grandes colecciones de sprites C se parecen
a fuegos artificiales. Un subconjunto de sprites con pendientes
o zarcillos (a menudo el más grande y el más enérgico) que también
se bifurca hacia arriba, hacia la ionosfera, se les conoce como
Zanahorias. Los sprites más grandes, con puntas difusas
y pendientes inferiores, que se extienden hacia abajo a alturas
de 30-40 Km, han sido apodados como Ángeles, Medusas,
y Bombas Atómicas. Con extensiones máximas verticales,
que exceden los 60 Km, estos sprites gigantescos son tres
veces más amplios verticalmente que las tormentas más grandes.
Las
estructuras luminosas descritas aquí ocurren en la mayoría de
los casos a más de cinco veces la altura de las tormentas sobre
la tierra. ¿Si estas estructuras son descargas eléctricas
causadas por los relámpagos, por qué ocurren tan lejos de ellos?
SPRITES
DIURNOS
Sólo recientemente
se supo que los sprites también pueden formarse durante el día.
Mark Stanley, un estudiante de postgrado del Instituto
Tecnológico de Nuevo México, y tres de sus colegas relataron
la primera detección de sprites de día en el número del 15 de
marzo de 2002 del Journal of Geophysical Research. Estos
destellos de luz eran sumamente difíciles, si no imposibles,
de descubrir ópticamente mientras el Sol estaba encima de ellos,
pero Stanley y sus colegas usaron una táctica completamente
diferente. Ellos habían construido el equipo de radio especial
para estudiar a los relámpagos ordinarios que ocurren dentro
de los densos nubarrones que podrían ser bastante brillantes,
pero que sin embargo tienen suficiente fuerza como para verse
a una prudente distancia. Stanley comprendió que la firma de
radio característica de los sprites le permitiría usar este
mismo aparato para identificar ejemplos de día, si es que existieran.
Otros
también habían considerado esta posibilidad, pero no se sabía
si los sprites podrían formarse mientras el cielo era bañado
por la luz del Sol. La dificultad consistía en que los fotones
solares ultravioletas mantienen la ionización atmosférica a
niveles más bajos durante el día que durante la noche. Los sprites
normalmente comienzan en el aire muy delgado (a una altitud
de aproximadamente 75 Km), momentos después de que una descarga
enorme de relámpago de nube-tierra crea un importante campo
eléctrico por arriba de ellas. Campos eléctricos tan enormes
no pueden surgir dentro de la ionosfera conductora, que así
actúa como una tapa eléctrica para lo que está debajo. Como
la base de las gotas de ionosfera a aproximadamente 60 Km durante
el día, los sprites no pueden comenzar a formarse en el nivel
habitual. Y para que un sprites se forme más abajo, en el aire
más denso, requiere un campo eléctrico más grande, quizás uno
más grande que el que cualquier relámpago pueda crear, o esto
era lo que se pensaba.
A pesar de
esta incertidumbre, Stanley y sus colegas decidieron buscar
sprites de día. Ellos comenzaron una campaña en 1997, manejando
su equipo de radio siempre que comenzaban las tormentas más
grandes. Como la técnica de radio es sensible a acontecimientos
que ocurren sobre el horizonte, se lograron captar tormentas
eléctricas que descargaban muchas millas a lo lejos. Estos físicos
buscaron atentamente durante aquel verano la huella digital
de los sprites durante el día, pero no encontraron nada.
"Nunca
busqué sprites de día después de esto", recuerda Stanley, "lo
excluí por completo de mis investigaciones". Entonces se dedicó
a otros proyectos. En uno de estos debía captar las emisiones
de radio que enviaba un satélite que había sido lanzado aquel
verano. El satélite Fast On-orbit Recording of Transient
Events (FORTE) se había diseñado para descubrir destellos
ópticos y emisiones de radio en la atmósfera, principalmente
para ayudar supervisar las pruebas nucleares clandestinas.
El
14 de agosto del año siguiente, Stanley conectó su equipo de
radio para registrar el paso del satélite FORTE. La geometría
orbital era bastante desfavorable, con el satélite pasando a
unos 15 grados encima del horizonte. Pero Stanley notó que las
tormentas se preparaban azotar Texas del sur, directamente debajo
de la nave espacial, y él pensó que podría recoger algunos datos.
Unos minutos más tarde captó algo que no habían esperado: la
firma de radio característica de un sprites. Stanley se sobresaltó:
"Cinco
minutos más tarde, vi que apareció uno, y cinco minutos más
tarde el siguiente. Yo sabía que tenían que ser sprites."
Aunque
había encendido su aparato sólo por 35 minutos, él había
capturado tres sprites en una fracción de tiempo menor del que
había gastado buscándolos durante el verano anterior. El
análisis cuidadoso mostró que los relámpagos que produjeron
estos sprites eran de verdad sumamente grandes. Los especialistas
se preocuparon por el así llamado momento de la carga, el producto
de la corriente y la altura de la descarga. Sprites típicos
nocturnos ocurren después de relámpagos con momentos de menos
de 1,000. Los sprites de día Stanley registrados seguían una
descarga con momentos aproximadamente cinco veces aquel tamaño.
La exigencia para descarga de relámpagos excepcionalmente grandes
explica por qué los sprites diurnos son tan raros.
¿Por
qué el 14 de agosto 1998 fue tan diferente de otros días? La
tormenta de Texas que despertó la curiosidad de Stanley era
grande, pero no era tan excepcional. "He visto tormentas más
grandes sobre los Grandes Llanos", comenta. Stanley. Especula
que esta tormenta particular podría haber sido especial porque
llevaba mucha humedad; las áreas que inundó aparecieron en las
noticias nacionales. Pero qué es exactamente lo que permite
a una tormenta generar las condiciones correctas para que se
formen los sprites de día, es un misterio. En cualquier
caso, los físicos atmosféricos están contentos que Stanley tuvo
bastante suerte para conectar su equipo de radio justo en el
momento preciso, y que Franz, Nemzek y Winkler fueron lo bastante
afortunados de señalar su cámara de vídeo en la dirección correcta
en 1989. David Sentman, el principal investigador de
sprites del University of Alaska"s Geophysical Institute lo
aclara: "este campo esta basado en la suerte".
Se
han propuesto diversos modelos para explicar los sprites. Entre
estos podemos mencionar el campo electrostático casi estacionario,
que los explica como un producto de un gigantesco capacitor
que se forma en las nubes; Fuga electrónica, una especie de
avalancha o reacción en cadena de electrones excitados que emiten
luz; Pulso electromagnético (EMP), que parece estar más relacionado
con los elves.
CÓMO
OBSERVAR SPRITES
Los sprites no son un fenómeno constante y predecible, por lo
que los científicos nunca saben exactamente cuando aparecerán.
Según Sentman:
"Algunas veces
te puedes pasar toda la noche sin ver nada. En otras puedes
ver cientos en un periodo de varias horas. No sabemos por
qué una tormenta puede producir tantos, mientras que otras no
producen nada."
Aparecen
tan rápidamente que es difícil seguirlos con la vista; sin embargo,
por su extraña estructura y color rojizo se pueden detectar.
Si una tormenta produce descargas nube suelo positivas, es
más probable que usted pueda ver un sprite que un cometa o una
estrella fugaz. ¿Por qué no se había informado antes sobre
los Sprites y los Chorros?
Los
sprites parecen ser evasivos por varios motivos.
1.
Los sprites sólo ocurren durante las tormentas en
plena actividad. Para verlos es necesario encontrarse a
unos 200 o 300 Km de distancia, en una posición que permita
observar la parte superior de la tormenta, sin nubes que obstaculicen
el panorama, y alejados de fuentes de luz (zonas urbanas o la
Luna) que puedan afectar la percepción. Por su débil luminosidad,
los sprites no pueden ser vistos en la presencia de luces cercanas
brillantes, como serían las de una ciudad. Reunir todas estas
condiciones es muy difícil.
2.
Los sprites son débiles y sólo se les puede ver con el ojo
adaptado a la oscuridad. Cuando se observan a simple vista,
a duras penas pueden percibirse como una especie de aurora boreal
que se enciende y se apaga en un instante. Por regla general,
su resplandor se compara con auroras moderadamente brillantes,
10-50 kiloRayleighs. En el ojo humano, esto corresponde aproximadamente
a las intensidades de umbral de los conos de la retina. Los
conos, con los que vemos el color, difícilmente pueden percibir
este nivel tan bajo. Debido a que son más sensibles, los bastones
acromáticos del ojo permiten la visión nocturna, pueden ver
estos niveles bajos de manera más fácil. Los bastones son más
numerosos que los conos en la periferia de la retina, así que
uno puede ver mejor los sprites cuando no se les observa directamente.
Así, literalmente sólo pueden aparecer como destellos vistos
con el rabillo del ojo. El ojo adaptado a la oscuridad puede
ver más fácilmente a los sprites con la visión periférica, cuando
no se les mira directamente. De otra manera, hay que recurrir
a películas extremadamente sensibles o a cámaras de video especiales
capaces de trabajar con niveles de luz muy bajos.
3.
La iluminación de la nube durante el relámpago nube-tierra que
produce el sprites, o la actividad del relámpago entre nubes,
es a menudo más brillante que los sprites. Esta
actividad del relámpago puede distraer fácilmente al observador
ocasional y ocultar el breve y delicado baile de los sprites
rojos altos en el cielo encima de la tormenta que ocurre debajo.
4.
Los sprites aparecen tener una duración promedio de 3 a 10 milisegundos.
Esto es demasiado breve para permitir la observación de un cambio
en alguien que mantenga la mirada.
5.
Los sprites ocurren al azar, en sólo aproximadamente un 1 por ciento de los relámpagos. La mera
presencia del relámpago -por lo tanto- no puede ser usada como
un marcador de acontecimiento para indicar que un sprites ha
ocurrido encima de una tormenta.
Cuando
todos estos factores son tomados juntos no es sorprendente que
los sprites han sido tan evasivos. Sin embargo, se pueden ver
a ojo desnudo, si se siguen estos consejos:
- Se
necesita de un panorama claro por sobre las nubes de una tormenta.
Esto generalmente quiere decir que la actividad de tormenta
debe estar sobre el horizonte, pero con las nubes por debajo
del observador.
- Lo
mejor es estar a una buena distancia de la tormenta (200-300
Km). A estas distancias los sprites subtenderán una distancia
vertical angular de 10-20 grados.
- Para
observar los sprites se debe estar en la oscuridad completa.
- Los
ojos deben estar completamente adaptados a la oscuridad. Use
los mismos criterios que para las observaciones astronómicas.
Si Ud puede ver la Vía Láctea, entonces probablemente está
bastante oscuro y los ojos se han adaptado lo suficiente como
para ver los sprites.
- Fije
su mirada en el espacio por encima de una tormenta activa.
No se distraiga por la actividad de los relámpagos en la base
de la tormenta. Bloqueé los relámpagos si es necesario. Use
un pedazo de papel oscuro de tal modo que sólo vea lo que
pasa por encima de las nubes.
- Los
sprites son destellos muy breves justo en el borde de percepción.
Ocurren demasiado rápidamente para poder seguirlos con los
ojos, pero el extraño aspecto de la estructura verticalmente
estriada y el color intensamente rojo pueden descubrirlos.
- La
paciencia será recompensada. Si el tipo de tormenta es el
correcto y las condiciones para la observación son favorables,
entonces hay una mayor probabilidad de ver un sprites que
de ver una estrella fugaz o un cometa.
Se
puede ver una
película de un sprite en este sitio (el 157kilocteto mpeg).
MPEG
película de un duendecillo rojo (962363 bytes) La secuencia
no esta en tiempo real.
MPEG
versión en blanco y negro de un duendecillo rojo (1593156 bytes).
Una Versión
más pequeña (451581 bytes)
ELVES
Sentman
y Lyón encontraron dos amplias clases de destello: sprites (así
bautizados por Sentman) y "elfos" o "elves"
(llamados por Lyón). Notar que elf: es el acrónimo para emissions
of light and very low frequency perturbations from electromagnetically
pulsed sources, emisión de luz y perturbaciones de muy baja
frecuencia debidas a fuentes electromagnéticas pulsantes.
El
elve con forma de anillo (en la parte superior izquierda, ver
figura 2) está centrado en el canal vertical del terreno, mientras
que los sprites caen sobre la extensión vertical del así llamado
relámpago araña en la porción inferior de la nube de estratificación.
La extensión horizontal del relámpago araña es una manifestación
de los grandes depósitos de carga eléctrica en forma de pastel
que alimentan los relámpagos a tierra positivos. Tales destellos
de relámpago por lo general no se encuentran en los nubarrones
aislados ordinarios.
Los
elves son brillos difusos de moléculas gaseosas ionizadas que
ocurren en la baja ionosfera, más o menos a los 90 Km del suelo.
Duran menos que los sprites, solamente algunos centenas de microsegundos.
Los sprites y los elves pueden aparecer independientes o juntos.
Los elves son más delgados que los sprites, y se necesita equipo
especial para poder verlos. Consisten en unos gigantescos halos
de luz roja que, a alturas entre 70 y 100 Km, se expanden en
anillos de hasta más de 300 Km de diámetro en menos de una milésima
de segundo. Son tan breves que es muy improbable que lleguen
a ser percibidos a simple vista. No todas las tormentas producen
sprites o elves. Sólo las grandes. También, ellos no siempre
son producidos por los relámpagos. Solamente el 40% de los relámpagos
son descargas nube suelo, el 5 a 10% de las descargas nube suelo
son relámpagos positivos. Y casi el 10% de las descargas nube
suelo positivas producen elves y sprites.
Los
elfos fueron identificados en 1990 por el aumento en los destellos
en las imágenes del trasbordador espacial. Estas observaciones
distantes, sin embargo, no revelaron la característica forma
de anillo de los elfos.
Wilson
no previó los elfos, pero su posición, alta por encima del canal
de relámpago padre, tiene una explicación similar a la de los
sprites. Las observaciones por varios grupos han mostrado que
los elfos generalmente requieren de grandes corrientes de 70
KA o mayores.
Las
teorías físicas perfiladas para explicar los sprites y el inicio
de los elves son independientes de la polaridad del relámpago
fuente. Sin embargo, los sprites y elfos son producidos desproporcionadamente
por los relámpagos a tierra de polaridad positiva. Sólo dos
sprites claramente se han asociado alguna vez con los relámpagos
a tierra de polaridad negativa, mientras que el número verificable
de sprites producidos por relámpagos positivos es de miles.
Aunque las características de relámpago positivo (la transferencia
de carga total, el momento de la carga, la corriente máxima)
no difieren tanto de los relámpagos negativos, las diferencias
son todavía pequeñas para considerar la pronunciada asimetría.
A
los elves también se les conoce como AOEs (Anomalous Optical
Events) en la literatura coheteril. Aunque algunos autores suponen
que se trata de fenómenos distintos. Estos dos fenómenos pueden,
en efecto, representar dos tipos distintos de eventos, ya que
los AOE parecen tener sustancialmente periodos de vida más largos
que los elves, que son un fenómeno que dura unos microsegundos.
Como
los árboles botánicos, el relámpago y los sprites son ambos
estructuras con doble terminación que se extienden bidireccionalmente,
con un extremo positivo y otro negativo. El final positivo de
los sprites (y de los relámpagos intranubes) es el que se desarrolla
primero, seguido por la extensión negativa. Una distinción marcada
entre el relámpago y los sprites es que aquel a menudo inicia
en el campo fuerte y se extiende a los campos más débiles, mientras
que los sprites inician en el mismo campo débil encima de la
tormenta y luego se extienden (hacia abajo) en el campo fuerte.
Los
sprites y elfos son una magnífica manifestación natural de las
ideas y de los experimentos de laboratorio que se concibieron
hace muchas décadas por Rayleigh, Thomson, Wilson, y Langmuir
(todos ellos ganadores de premios Nóbel) y por los espectroscopistas
del siglo XIX que usaban el tubo de rayos catódicos. Hoy, la
investigación activa en este nuevo campo se enfoca en la investigación
de la posible generación de relámpagos por los sprites; la exploración
del papel de la ionización en la modificación de la ionosfera
a alturas mayores de la guía de onda de la Tierra; el modelado
de la evolución no lineal de canales rápidos como relámpagos
de plasma en sprites; y la comprensión del impacto de estas
descargas a grandes alturas sobre la química del mesosfera.
BLUE
JETS
Los chorros azules son otro tipo de fenómenos ópticos a
grandes alturas en la alta troposfera. Son diferentes de los
sprites. Se les puede observar por encima de las tormentas
utilizando cámaras de alta sensibilidad. Como su nombre
implica, los chorros azules son eyecciones ópticas en la cima
de las regiones eléctricamente activas de las tormentas, que
parecen dispararse hacia arriba, desde la parte alta de las
nubes de tormenta, a unos 40 Km. Duran unos 0.2 segundos. Después
de la aparición de un relámpago, se propagan por encima
de la tormenta en conos estrechos de por lo menos 15 grados
de ancho a velocidades verticales de 100 Km/s, o 300 veces la
velocidad del sonido. Finalmente desaparecen a alturas de unos
40 a 50 Km. Sus intensidades están sobre los de 800 KR cerca
de la base, disminuyendo a aproximadamente 10 KR cerca del término
superior. Estos corresponden a una energía óptica estimada de
aproximadamente 4 kJ, una energía total de aproximadamente 30
MJ, y una densidad de energía de unos mJ/m3. Los
chorros azules no se alinean con el campo magnético local. Los
chorros azules no están directamente asociados con ningún relámpago
CG, y parecen originarse de la torre central de las grandes
tormentas en lugar de las regiones estratiformes.
Numerosas
imágenes de chorros azules también han sido obtenidas desde
aviones (Wescott
et al., 1995), y también una forma antes no registrada de
actividad óptica encima de tormentas. Los chorros azules aparecen
surgir directamente de las cimas de las nubes y se disparan
hacia arriba, por la estratosfera, en conos estrechos. Su velocidad
ascendente ha sido medida en aproximadamente 100 Km por segundo.
Se
puede ver una
película de un chorro azul en este sitio (el 46kilocteto
mpeg).
Película
de chorros azules versión grande (3077699 bytes) O una Versión
más pequeña (956943 bytes)
Gracias
a esfuerzos intensos, experimentales y teóricos, en este
momento se está en camino de determinar el grado en el que estos
nuevos fenómenos forman parte del ambiente terrestre
eléctrico. Aunque las imágenes ópticas eran lo más común
en la detección de los sprites, el foco ya ha cambiado al empleo
de otros diagnósticos que proporcionarán una información más
específica sobre los mecanismos detallados físicos. Estos incluyen
espectros ópticos, incluyendo perfiles de altura, la radio,
las medidas de las emisiones electromagnéticas de sprites y
sus relámpagos troposféricos que los acompañan, VLF, las medidas
de efectos de calentamiento ionosférico asociadas, y las sondas
de radar de onda continuas de sprites para determinar la densidad
de electrones.
El
interés también ha surgido en los posibles efectos electroquímicos
de sprites y chorros sobre la mesosfera y la estratosfera, respectivamente.
Además de sprites
rojos y chorros azules, aunque posiblemente relacionados con
ellos, recientemente han sido observados del espacio dos otros
tipos de las emisiones inesperadas que aparecen provenir en
tormentas. El Observatorio Compton de Rayos Gama ha descubierto
rayos gama (> 1 MeV) de corta duración (1 ms) en las explosiones
de origen terrestre. Se les ha observado sobre las regiones
de tormenta, y su fuente, como se cree, está a alturas mayores
a los 30 Km. Finalmente, los pares de pulsos VHF sumamente intensos
(Pares de Pulso Ionosféricos de transacción, o TIPPS). Que se
originan en las regiones de tormenta, pero que son aproximadamente
10,000 veces más fuertes que las esferas producidas por la actividad
de relámpago normal. Estos fenómenos han sido observados por
el satélite ALEXIS. Juntos, estos fenómenos sugieren que las
tormentas ejercen una influencia mucho mayor en la atmósfera
media y superior de la que antes se sospechaba.
¿CONEXIONES
UFOLÓGICAS?
Estos "nuevos" fenómenos meteorológicos despertaron
la atención, entre otros, de los ufólogos. ¿Podrían explicar
algunos avistamientos OVNI?
El
caso que más llamó la atención fue el de la película de Paul
McCrone, un estudiante de la Universidad de Creighton
(Omaha, Nebraska), que filmó una mancha circular de luz,
el 22 de agosto de 1996. En la grabación se podía ver que el
objeto atravesaba rápidamente el campo de visión de la cámara
hacia arriba y hacia la izquierda, manteniendo su forma y brillo.
El fenómeno fue filmado durante una décima de segundo.
La
filmación fue parte de los experimentos llevados a cabo en conjunto
con la Universidad de Creighton y el Laboratorio Nacional de
Los Alamos, bajo la dirección del Dr. Dean A. Morss, profesor adjunto de Ciencias Atmosféricas
en la Universidad de Creighton. Desde un punto de observación
situado en Nebraska, se pretendía registrar las manifestaciones
de sprites en la alta atmósfera durante una tormenta que tenía
lugar en la parte occidental de Kansas. En ningún momento se
pensó en OVNIs o algo parecido.
La
película se presentó en el congreso de la Unión Geofísica Americana,
de San Francisco, a mediados de diciembre. Luego de la conferencia,
la agencia Associated Press divulgó la existencia de la filmación
en cuestión. Los periodistas hablaban de una "misteriosa
bola de luz". La nota indicaba que el objeto aparecía durante
unas tres centésimas de segundo en el video. Decía que se encontraba
unos 80 Km de altura y le atribuía una velocidad muy elevada,
tan sólo cien veces inferior a la velocidad de la luz. Continuaba
con una serie de datos, la mayoría de ellos erróneos.
Obviamente,
los ufólogos abrieron los ojos. Por principio de cuentas pensaron que se trataba de OVNIs. Luego,
al enterarse de los errores de la agencia de prensa, se contuvieron
para luego adoptar esta como una posible explicación a ciertos
casos OVNI. Así lo hizo, por ejemplo, el español Bruno
Cardeñosa, quien escribió:
"Paul McCrone estaba convencido de que aquellos puntos
luminosos que había filmado durante una tormenta en el estado
de Kansas, desplazándose a 300 Km por segundo, eran portentosas
naves extraterrestres. Sin embargo, las imágenes, obtenidas
el 22 de agosto de 1996, no pertenecían a lo que muchos ufólogos
pensaron en su momento.
Informaciones
facilitadas a comienzos de septiembre por la cadena televisiva
norteamericana CNN han destapado la existencia de un nuevo fenómeno
meteorológico que durante mucho tiempo ha sido asociado a los
OVNIs. La filmación de McCrone resultó fundamental para los
investigadores de las universidades de Alaska y de Stanford,
responsables de este nuevo descubrimiento que engloba dos tipos
de manifestaciones: los "red sprites" (espíritus rojos)
y las "blue jets" (llamaradas azules). Ambas son manifestaciones
atmosféricas asociadas a tormentas, que han sido descubiertas
gracias al uso de tecnología óptica de última generación.
"Red sprites"
y los "blue jets". Las primeras son esferas luminosas
que surgen del interior de las nubes y se desplazan en formación
a una velocidad endiablada durante unos segundos, antes de desaparecer.
Por su parte, los "blue jets" o llamaradas azules
son una especie de chorros luminosos que brotan sobre el horizonte
a gran distancia. La velocidad que alcanzan tanto los espíritus
rojos como las llamaradas azules es espectacular: al menos,
más de 100 km/s. Además, según advierten los expertos de la
Universidad de Alaska, este tipo de nuevos fenómenos geofísicos
generan tal energía en tan poco tiempo que podrían afectar a
los sistemas electrónicos, e incluso ser detectados por radar.
Así las cosas, infinidad de episodios OVNI podrían explicarse
gracias a este nuevo evento celeste cuyas causas aún se desconocen.
¿Se
habían vuelto críticos los ufólogos? ¿Comenzaban a pensar de
manera racional?, o todavía peor, ¿habíamos entrado al mundo
del revés? En efecto, mientras Cardeñosa explicaba los OVNIs
como observaciones de sprites, el ingeniero Manuel
Borraz lo desmentía aclarando que las características
de estos fenómenos no se ajustaban a las observaciones de no
identificados.
"Se
trata, por consiguiente, de un fenómeno muy breve cuyo aspecto
se aleja de los estereotipos de los OVNIs,
escribía Borraz.
Efectivamente,
no había forma de comparación. Además, McCrone nunca mencionó
que su filmación mostrara un OVNI, puesto que lo que estaba
investigando eran sprites. Sin embargo, lo captado por la cámara
tampoco era un sprite. Dejemos sea Borraz quien nos explique:
"Un
par de años después, en la reunión de la A.G.U. del otoño de
1998, Morss presentó una conferencia dedicada por entero al
fenómeno en cuestión, que había bautizado pomposamente como
SPARKE ("Spherical Propagating Atmospheric Radiative Kinetic
Emission"). Algunas posibles explicaciones se descartaron
de buen principio (avión o helicóptero, reflexión en un insecto
próximo, reflejo en el sistema de lentes de la cámara...). Otras
habían corrido después la misma suerte (reentrada de chatarra
espacial, meteoro o asteroide "rozando" la atmósfera,
hipotético fenómeno tipo aurora, rayo en bola "convencional",...).
Basándose en algunas simulaciones en laboratorio, Morss sugería
que pudo tratarse de un fenómeno de "rayo en bola inducido
por microondas". Especulaba que el fenómeno podría haberse
generado a partir de la ionización producida por un rayo junto
a una instalación emisora de microondas (por ej.: una estación
de radiocomunicaciones o de radar).
La
última de las diapositivas con que Morss acompañaba la exposición
de su hipótesis explicativa mostraba la imagen de un platillo
volante bajo el rótulo: "¿O fue la 'nave nodriza'?"...
¿Esta
es la única conexión entre los sprites, elfos, AOEs, chorros
azules y TIPPs con los OVNIs? Bueno en realidad no. Uno de los
equipos que investiga estos fenómenos es el del Laboratorio
Langmuir, del Centro de Investigación Geofísica de Nuevo Mexico,
entre cuyos miembros se encuentran Mark
Stanley, Paul Krehbiel,
William Rison, y Charles
Moore. Efectivamente, el mismo Moore del Proyecto
Mogul. Con toda seguridad la Fuerza Aérea esta inventando
todo eso de los sprites para ocultar el asunto de Roswell.
El
"SPARKE" puede contemplarse en: http://thor.creighton.edu/sprites/event.htm
La
"nave nodriza" está localizada en: http://147.134.145.4/Sprites/aguf98/sld019.htm
NOTAS:
(*)
Los sprites son destellos luminosos, muy grandes pero débiles,
que aparecen directamente encima de un sistema de tormenta activo
y son coincidentes con los relámpagos nube-tierra o entre nubes.
La intensidad óptica de los racimos de sprites, estimada por
la comparación con las intensidades de las estrellas, es comparable
a la de una aurora moderadamente brillante. La energía óptica
es aproximadamente 10-50 KJ por acontecimiento, con una potencia
óptica correspondiente de 5-25 MW. Asumiendo que la energía
óptica constituye 1/1000 del total del acontecimiento, la energía
y la potencia están sobre el orden de los 10-100 MJ y 5-50 GW,
respectivamente.
© 2003 Luis Ruiz Noguez. Especial para Dios!