Ese primer pictograma, en Chilcomb, causó sensación.
Los seguidores de Delgado quedaron pasmados. Los de Meaden también.
Pero el confundido meteorólogo debió revisar sus teorías
porque en ellas no encajaba cualquier cosa que contuviera líneas
rectas. En otra ocasión, Dave volvió a tomarse algunas
cervezas de más: las líneas salieron zigzagueantes y el
círculo quedó sin terminar. Doug se enojó nuevamente
con él. No obstante, la formación fue todo un éxito.
Para Meaden, "esas irregularidades eran el signo de un sistema de
vórtices inestables", y llegó a incluir esa formación
en sus tours científicos. "En invierno de 1990 empezaron a
cansarse -continúa Schnabel-. Pero, antes de despedirse, lanzaron
los ‘insectogramas’. Ya estaban rogando que los cerealólogos
se dieran cuenta de que todo era obra de artistas." Los insectos
eran ya el colmo del ridículo. Para dar más pistas a
los cerealólogos y acentuar aún más el efecto absurdo
de toda la historia, añadieron dos semicírculos que formaban
las dos "D" (Doug & Dave). Meaden y sus fieles concluyeron,
por fin, que los insectogramas se apartaban de los círculos estándar
siendo por lo tanto fraguados. El entusiasmo de los discípulos
de Delgado, en cambio, siguió intacto. "No podemos decir
que sean un fraude porque no se ajustan a nuestro concepto de cómo
deberían ser los crop circles", dijo uno de ellos. Hicieran
lo que hicieran, concluyeron D&D, los creyentes no se iban
a dar por vencidos.
LA CONFESIÓN DE LOS ARTISTAS
Ganados por la fatiga, el 3 de septiembre de 1991 D&D llamaron
a la redacción del Daily Mirror y le preguntaron a un editor
si le interesaba saber quiénes hacían los círculos.
Respondió que no. Así, llamaron al Today y un periodista
los recibió en el Wessex Hotel, en Winchester. Para demostrar su
talento, hicieron un insectograma en Seven Oax. La historia se publicó
el 9 de setiembre de ese año. Dave tuvo que cerrar el negocio y
regresar al hotel por el acoso de la prensa. Del anonimato que posibilitó
el éxito saltaron a la fama mundial: aparecieron en talk shows
de Italia, Alemania, Holanda e Inglaterra. Sin embargo, no fueron profetas
en su tierra. "La sociedad inglesa -conjetura Schnabel- no soportó
saberse engañada tanto tiempo por dos viejecitos cuya aspiración
más alta había sido el éxtasis del arte". Algunos
sostienen que las subversivas correrías campestres de D&D terminaron
cuando se enteraron que el gobierno inglés iba a financiar a los
ufólogos para realizar una investigación. La broma había
llegado demasiado lejos. Créase o no, D&D tuvieron un módico
gesto de piedad: un día antes de que se publicara la confesión,
visitaron a Pat Delgado, quien, con Colin Andrews, era uno de los más
entusiastas promotores del misterio, y le anticiparon la noticia. Fue
el peor día de su vida, pero Pat pareció aceptar la derrota.
No contaron con que Delgado y otros cerealólogos fanáticos
los iban a acusar de ‘mentirosos’ o de ‘agentes de la CIA’; entre otras
lindezas. De hecho, el periodista del Today enseñó
a Delgado la figura y éste, pese a estar avisado, le respondió:
"¡Esto es fantástico!". Descartó tan precipitadamente
que aquel círculo fuera manufacturado que el desborde lo hundió
en el descrédito. La confesión de D&D marcó el
principio del fin del trabajo que emprendieron 15 años atrás.
Pero, según informa el sitio CircleMarkers.org,
al menos dieciséis grupos continúan creando círculos
de cosecha a un promedio de 50 por verano.
ESPIRAL SIN FIN
Esta historia tiene otra curiosa vuelta de tuerca. Doug Bower, el hombre
que derrumbó las teorías de los cazadores de OVNIs e hizo
pasar el papelón de sus vidas a los ‘expertos’, declaró
estar convencido de que... ¡la Tierra fue visitada por extraterrestres!
"Pienso que ellos me programaron para hacer todo el esto",
afirmó al Daily Mail en 1999. "Una cierta fuerza -siguió-
se apoderó de mí y es ella la que planea estos diseños..."
El periodista que recogió estas declaraciones quedó desorientado.
Le costaba mucho diferenciar cuándo Doug le hablaba en serio y
cuándo bromeaba. Sólo un experto en humor inglés
podría comprender las extravagancias de los autoproclamados artífices
del misterio.
Bower también le confió que el héroe de su infancia
había sido un bromista y que fue a él a quien quiso imitar
cuando se le ocurrió crear los círculos. "Cuando yo
iba a la escuela en Upham había un hombre en el pub y que, camino
a casa, sacaba los cercos de los jardines y los dejaba en la carretera.
Era un bromista práctico. Los círculos fueron mi oportunidad
de emularlo. Pero si me preguntas si creo en los OVNIs, debo decir
que sí. Yo vi uno, aparte de haber visto a cinco luces estacionarias
en el cielo brillando como reflectores. Tiene que haber alguien más
en todos esos millones de planetas que vemos en la noche estrellada. Yo
pienso que un planeta murió hace millones de años y que
recibimos a sus primeros habitantes. Debe haber naves enterradas en la
arena", sonríe. Imposible saber si habla en serio. Doug continúa:
"Mucha gente hizo dinero con los círculos. Los ‘expertos’,
los granjeros que cobraron entrada... Dave y yo sólo quisimos
divertirnos. Fue una experiencia maravillosa y no lo hubiera ocultado
al mundo y más allá" (3).
LA MÁS EXTRAÑA POESÍA MARCIANA
El vanguardista género artístico creado por los viejos
amigos del pub Percy Hobbs impuso un curioso hibrido entre arte pop y
fe secular: Bower y Chorley alcanzaron su mayor brillo cuando sus autores
eran anónimos y unos cuantos creyeron a sus obras señales
de otro mundo. D&D fueron despreciados por los ‘cerealólogos’
(por tragar el anzuelo quedaron en ridículo) y celebrados en partes
iguales por los ufófilos y ufólogos: mientras unos se sintieron
engañados, otros los creyeron agentes de una campaña de
descrédito. Entre estos últimos también hubo quienes
se rindieron ante su ingenio. Pero aún entre ellos reina cierta
desconfianza: que la moda circular se exportara a otros países
y el argumento según el cual "era demasiado trabajo para dos
jubilados" (desconociendo que fueron más prolíficos
siendo más jóvenes y la acción simultánea
de notables imitadores), consolidó la idea de que D&D "no
podían ser autores de todos los círculos y que -por tanto-
quedaría un residuo sin explicar". El mismo margen de ambiguedad
donde descansa la incredulidad de los ufólogos dejó entreabierto
el misterio, permitiendo que éste trascendiera fronteras e ingresara
a la inmortalidad con la bendición de Hollywood.
"Doug Bower es el mayor artista del siglo XX", dijo John
Lundberg, diseñador gráfico y creador del web site
Circle Makers. "Su trabajo -continuó-
tiene el potencial propio de toda nueva forma de arte, ya que fuerza los
límites, abriendo puertas nuevas y trabajando fuera de los medios
establecidos" (4).
La verdad sea dicha: si un marciano hubiera sido capaz de reproducir
la proeza de D&D, lo más probable es que hubieran terminado
con la columna vertebral, huesos u osamenta equivalente hechos trizas.
Y, al desconocer la naturaleza humana, ni siquiera hubieran tenido la
recompensa de disfrutar de los irónicos efectos ni de la carga
poética que estas extravagantes obras impregnaron la vida de los
ancianos.
Para Doug Bower y Dave Chorley, aquellas noches fueron mágicas.
"Eran diversión pura -recordó nostálgico Doug-.
"En esas hermosas noches de verano, dos artistas bajo las estrellas
en medio de todos esos campos... Nos sentíamos en el siglo XIX.
Estábamos en otro mundo." Cuando Dave yacía moribundo
víctima de cáncer, en 1997, le hizo prometer a Doug
que nunca dejara de insistir en que ellos tuvieron la idea de lo que acabó
siendo la broma más extraña del mundo. Con sus obras
lograron que millones de personas se convencieran de que los marcianos
habían aterrizado. Y, cuando comenzaron, ignoraban que es más
fácil decir lo que la gente desea creer que desdecirse o -más
arduo aún- predicar lo contrario. Doug y Dave habían
creado "pruebas" (los círculos de cereal) mucho más
persuasivas que cualquier "contraprueba" ("vean cómo
los hacemos"). Los verdaderos creyentes saben defender la falacia
según la cual un "falso círculo" no invalida la
posibilidad de que "algunos" puedan ser reales... aunque
luego no sepan explicar en qué se diferencia un "círculo
real" de otro que no lo es.
"Los únicos alienígenas fuimos nosotros", repitió
Doug a comienzos de 1999 en un informe sobre los ‘crop circles’ emitido
por la BBC1 TV. Pero su afirmación ya era un hilo de voz perdido
en la multitud.
[Gran parte de la información contenida en este trabajo proviene
de la exquisita obra de Jim Schnabel, "Round in circles" (Penguin
Books, 1993)]
Referencias:
1) Schnabel, Jim; "Round in circles". Penguin Books, 1993
2) Gámez, Luis Alfonso. "Círculos de Misterio".
En http://www.arp-sapc.org/articulos/circulos/index.html
3) Daily Mail, Inglaterra. Viernes 8 de enero de 1999. [Traducción:
Heriberto Janosch]
4) Mayell Hillary; "Crop Circles: Artworks or Alien Signs?",
en National Geographic News, 2 de agosto de 2002.
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