[VIAJE]

AMOR RAËLIANO: CRÓNICA DE UNA VISITA A UFOLAND, EL PARAÍSO HEDONISTA DE RAËL
Por Taras Grescoe

Hace algunos años, el portal periodístico Salon.com publicó esta crónica sobre lo que creen y hacen los raëlianos. El artículo refleja bien los prejuicios recíprocos que se prodigaban los seguidores de Raël y la prensa, más cuando no se da un amor a primera vista. Al final, Taras Grescoe no pareció pasarla mal y pidió "un poco de desprogramación".

 


Es una tarde canadiense atípicamente suave y la luz del tardío anochecer colorea de rosa las caras de un grupo de franceses en las afueras de Salle du Ges, un sitio de veneración hecho con piedras ubicado en el centro de Montreal.

Es una multitud con un atípico ánimo festivo, incluso para Quebec, una provincia popularmente conocida por su afabilidad. Hay un montón de gritos de reconocimiento, abrazos prolongados y afectuosos frotes de hombros con bíceps. La mayoría son hermosos. Hombres bien bronceados por el sol, con remeras de rayas blancas que dejaron las corbatas en sus hogares de Chippendale y mujeres muy llamativas, aparentemente de todos los continentes, que miran fijamente a los ojos a los recién llegados como yo.

Se trata de una reunión de raëlianos, una organización cuyos miembros creen que el hecho de que la raza humana haya sido creada por extraterrestres no debe intervenir en un disfrute hedonístico del sexo. El joven flacucho que está delante mío en la cola de los tickets, que parece un fanático de la película Star Trek, le hace trucos de magia a la vendedora de tickets, sacando monedas de sus orejas. Ella sonríe con dulzura: "Peux-tu me sortir un bisou aussi?" ("¿Qué tal si me das un beso?") y él la besa apresurada y servicialmente en las mejillas.

En el lobby, mujeres vestidas de blanco reparten panfletos de UFOland (Tierra de OVNIs), una especie de parque extraterrestre muy excitante ubicado en las afueras de Montreal ("¡La réplica exacta de un Ovni! La construcción más grande del mundo hecha con fardos de heno! ¡La réplica de ADN más alta del mundo!") El movimiento raëliano no es -me he asegurado de ello- un culto de muerte milenario. Hecho que es positivo porque a juzgar por las benignas sonrisas y el incondicional amor que me rodea, me parece que esta noche soy uno de los pocos no-raëlianos del edificio.

LIBRES DE IR Y VENIR
Entro al auditorio y me siento al lado de una mujer alta y rubia, quien luce una remera blanca que deja sus brazos y espalda al aire, un monedero peludo blanco y unos pantalones ajustados blancos. Ella gira hacia donde estoy yo, me clava sus inanimados ojos azules, que son redondos como una sartén, y con un marcado acento francés me pregunta dónde escuché por primera vez el mensaje. "Boulevard Saint-Laurent", respondí en un tono inexpresivo, la calle de Montreal donde una persona en rollers me dio hace algunas semanas el panfleto para la conferencia sobre clonación humana de esta noche. Ivana, ese es su nombre, me dice que ella escuchó el mensaje de su hermano y que dejó su Varsovia natal, Polonia, para estar más cerca de otros raëlianos del norte de Francia. Le pregunto si vive en una comunidad pero ella me responde negativamente con la cabeza: "Nosotros somos libres de ir y venir como nos place".

Ivana me cuenta que se mudó a Québec hace unos cinco meses para estar cerca del propio Claude Raël Vorilhon y que se gana la vida como bailarina. Por estar en Montreal, uno de las capitales de la danza mundial, le pregunto en qué grupo baila. "No", dice mirándome como si fuera un burro. "Bailo en clubs". Síííí: escuché que un desproporcionado número de raëlianos viene de comunidades de danzas exóticas. A cada rato, Ivana interrumpe nuestra conversación para silbar sin efecto a un niño que va sin rumbo por el pasillo: "¡Isis!"

FECUNDA QUÉBEC
Los raëlianos dicen tener alrededor de 35.000 miembros en todo el mundo, de los cuales 4000 son francocanadienses, un hecho que el mismísimo Raël ahora viva aquí ha hecho de Québec la oficina central.

Él ha encontrado material fecundo para reclutar a su provincia de habla predominantemente francesa. Pese a que el 85 por ciento de los habitantes de Québec todavía se autodenominan católicos romanos, aquí la atención a la iglesia es la más baja del continente. Actualmente, apenas el 15 por ciento de la población de la provincia asiste con frecuencia a los servicios dominicales (contra un 21 por ciento de los canadienses y un 40 por ciento de norteamericanos). Sin embargo, esto no refleja que la espiritualidad se haya ido de Québec. Sólo que ha virado hacia cosas extrañas, poco confiables y esotéricas, motivo por el cual sólo en Montreal actualmente hay 800 sectas y religiones.

Las religiones New Age más notorias de Québec incluyen el culto de Roch Moses Thiault, un adventista del séptimo día que un día vio la luz y se declaró a sí mismo "Oint el eterno" y llevó su cría a la remota península Gasp, donde supervisa amputaciones, castraciones, desentierro de cadáveres y reyerta entre los vivos. (Thriault salió en libertad condicional ese año). También está la infame Orden del Templo Solar, un culto fundado por un homeópata belga [N. del E: se refiere a Jean-Luc Louret] cuya rama local hace alarde de ser el antecesor del alcalde de la ciudad de Richelieu, por algunos periodistas y por el vicepresidente de la compañía de servicios de energía hidráulica local. Todos ellos han hecho estas cosas antes de cometer un suicidio masivo, embarcándose en ese viaje a Sirius.

El movimiento raëliano, por suerte, tiene fama de ser menos exigente que los mencionados. De hecho, Raël es un ex periodista francés que en su libro "La verdadera cara de Dios" explica que en 1975 fue llevado en un platillo volador al planeta de Elohim, donde fue presentado a habitantes de la Tierra como Jesús, Buda, Joseph Smith y Confucio. El Elohim, una forma humana pequeña con piel pálida y grisásea de ojos almendrados, fue aparentemente la inspiración para el judio-cristiano de Dios. Elohim le dijo a Vorilhon que era el último profeta -enviado para reemplazar un mensaje de paz y meditación sensual a la especie humana bajo su nuevo nombre de Raël- antes que Elohim volviera a Jerusalén en el año 2025.

No lo obligaron a abandonar las carreras de autos, sin embargo, pues Raël pasó gran parte de los ´80 y ´90 azotando el mundo de las carreras en su amado Mazda Rx-7 Turbo. (Ahora, que está entrando en sus 50 años de edad, está semiretirado de las carreras de autos, a pesar de haber presentado interesantes charlas sobre automovilismo). El tema de la conferencia de esta noche, clonación, parece estar ligada a la convicción de Raël de que la raza humana fue creada en laboratorios hace 25.000 años del ADN extraterrestre.

NUDISMO NEW AGE
Un amigo mío que pasó una semana en el campo de meditación sensual raëliano de Québec regresó con un informe de la experiencia, que parecía una mezcla de campo nudista y retiro New Age en la costa de California. Las reglas eran sencillas: todos podían negarse a una invitación sexual, nadie tenía el derecho de sentirse celoso o posesivo si su pareja deseaba a otro y el uso de preservativos era obligatorio. El lugar estaba lleno de hombres gay, chicas recién bajadas de un vuelo desde Japón, suizas caminando desnudas y muchísimos habitantes de Québec dispuestos al gusto de mi amigo.

El había estado esperando una especie de variedad de manjares de amor libre, y se decepcionó al encontrar que la desproporción de hombres respecto de mujeres significaba que las parejas formadas con anterioridad estaban juntas toda la semana. Basta con decir que regresó a Montreal un hombre frustrado. Pero no amargado: "Si no fuera porque tuve que escuchar a Raël durante seis horas diarias, pudo haber sido el paraíso", me dijo. De hecho, algunos raëlianos hombres le confesaron que aceptaron el mensaje básico de la religión -básicamente, que no hay un Dios ni un alma y que los regalos más grandes que nos hacen nuestros creadores son la belleza y la sensualidad del cuerpo humano. Ellos dejaron de escucharlo cuando Raël empezó a hablar de OVNIs.

En tanto que religión extraterrestre, el Movimiento Raëliano Internacional (como lo denominan a veces) parece no ser muy benigno. La organización generó una controversia en 1992 cuando respondió a la postura de la Iglesia Católica de Québec sobre el control de natalidad entregando preservativos fuera de los colegios. Litigantes en Suiza acusaron a algunos Raëlianos de pedófilos, citando la petición de Vorilhon sobre "despertar el espíritu de tu niño pero también su cuerpo". Sin embargo, Raël luego negó estar involucrado en prácticas de ese tipo. Muchas de estas críticas vinieron de las familias de nuevos monaguillos, a estos últimos les disgustó que se les solicite entregar a Raël un 10 por ciento de sus ingresos en concepto de diezmo.

En 1995 en el libro "Los dioses han aterrizado", Susan Jean Palmer, una experta en lo que los sociólogos denominan "nuevas religiones" del Colegio Dawson de Montreal, encontró evidencias de algunas prácticas infames de parte de raëlianos. Relatando una de las reuniones mensuales que se llevan a cabo los domingos en los Holiday Inn de Québec, Palmer describió el estilo de vestimenta de las mujeres como aquel que oscila "entre el elegante del estilo Paris Match, al punk, a (aparentemente inconscientes) parodias de Brigitte Bardot en su época de apogeo en San Tropez." Evidentemente, fue suficiente para que los extraviados fisicoculturistas de mi generación vinieran por más. Como si las flores de Bhagwan Shree Rajneesh [N. del E.: también conocido como ‘Osho’] estuvieran detrás de ellos, los raëlianos son básicamente miembros de un culto a determinado estilo de vida. En una cantidad cada vez más grande de sociedades que no tienen como religión al catolicismo, el éxito de Raël parece provenir de un ambiente de decadencia de conducta: él ofrece un patio de juego donde no interviene la culpa y donde tienen lugar el hedonismo y la experimentación sexual.

INCORRECCIÓN POLÍTICA
A medida que el auditorio se iba llenando, noté que el interés que Ivana tenía por mí iba disminuyendo ya que se iba dado cuenta que yo en realidad no tengo internalizada la esencia del "mensaje". Su mirada se desvió a un musculoso que estaba en los pasillos. Luego las luces se hicieron más tenues y comenzó la noche: Brigitte Boisselier, vestida con un sombrero ancho y unos elegantes tacos altos subió al escenario y explicó que es bioquímica y que luego de haber manifestado estar abocada a la clonación humana fue despedida de la empresa francesa Air Liquide y considerada una "madre peligrosa" por el Estado francés.

Pero ahora, según dijo felizmente, es obispo del movimiento realiano y nos advirtió: "¡no esperen una noche políticamente correcta!" El siguiente en subir al escenario fue Richard Seed, un conferenciante de Boston que se hizo famoso cuando declaró que quiere ser el primer humano clonado ("por supuesto, luego de mi esposa"). Seed dio la bienvenida a la clonación y la consideró el primer paso al rejuvenecimiento -un compañero calvo mencionó lo lindo que sería volver a tener 22- y afirmó que "los clones serán divertidos". Me alivia el dolor cuando afirma que es cristiano y metodista. (Es un alivio porque si hay una cosa que no soporto es un metodista musulmán). No puedo evitar preguntarme qué está haciendo ese hombre de saco y corbata doctorado en física en un cuarto lleno de personas hablando en francés y entusiasmados con los OVNIs.

Finalmente, luego de ser presentado como "el profeta del tercer milenio", el mismísimo Raël se subió al escenario. Petiso, con la frente completamente tirada hacia atrás y con algunos restos de cabello enrulado color negro, por momentos parece una mezcla de guerrero samurai y Hombre de Glad (**). Sus gigantes hombros están cubiertos por una remera color blanca, pantalones holgados blancos y ojotas del mismo color. Lleva con cierta ostentación una medalla de plata pesada que vi colgar en muchos cuellos por aquí: una Estrella de David llena de remolinos. (Los remolinos solían formar una esvástica pero un grupo de judíos se ofendió, pues entendió que es un intento de reconciliar de manera muy terminante el contraste entre el yin y el yang). Sin embargo, no me fue fácil autoconvencerme de que estaba en presencia de un mensajero divino. Raël tiene un acento que lo hace sonar como si estuviera tratando de deshacerse de un poco de flema, o tal vez de un mejillón atragantado en su garganta. Esto me hace sospechar que en realidad estoy ante un belga.

Raël camina con pasos lentos y regulares hacia delante y hacia atrás como un actor cómico, trabajando sobre la multitud. Anuncia que acaba de recibir la ciudadanía de Québec y la mitad del auditorio se para y aplaude para felicitarlo. "Desafortunadamente, además tengo que ser canadiense!" Noticias frescas: ¡Raël es un separatista! "Yo he escrito un libro llamado Vive le Qubec Libre" , añadió. Luego de decir unas palabras sobre el papa ("La diferencia entre Juan Pablo II y yo es que cada año se prueba que todo lo que dijo el papa fue falso. ¡Y todo lo que yo digo se comprueba que es cierto!"), vuelve sobre el mismo tema de esta mañana. El no quiere clonar humanos para crear pequeñas réplicas de sí mismo. Quiere clonarse para vivir eternamente. "¿Vos querés morir a los 35?", preguntó "¡No!" fue la ensordecedora respuesta de la audiencia. De hecho, a juzgar por la hermosura joven de la mayoría de los que están en el auditorio, estoy empezando a sospechar que he tropezado con una secta inspirada en la película de ciencia ficción de los ´70 Logan‘s Run, en la cual los mayores de 30 años no sólo son destruidos sino también vaporizados. Y, como buen escritor de habla inglesa en una sala llena de hedonistas franco-canadienses, me siento de 32 entrando en los 50.

OBJETIVO DE RAËL: "MOLESTAR A LA PRENSA"
Es más, evidentemente soy un escriba que anota en su libreta cómo Raël joroba a los periodistas que están presentes en la habitación. Tomando distancia de su religión respecto del Templo Solar y de la Rama Davidiana, confesó su desagrado con ciertos cronistas. "Yo solía ser uno de ellos", dijo. "Pero... ¿por qué los periodistas siempre me llaman para que opine cuando hay un suicidio en masa? ¡Yo no quiero morir! ¡Quiero estar por aquí para seguir molestando a los periodistas durante mucho tiempo!" (***) La multitud le respondió con rugidos de placer.

Noto que Ivana está mirando con resentimiento a mi lápiz mientras tomo nota. Contra mi voluntad, me vino a la mente una imagen de la remake de Invasión of the Body Snatchers: Ivana salta, me señala con rabia y grita con su inmaculada boca a la multitud "periodista". Un círculo de cuerpos bronceados me rodea y la escena funde a negro tan pronto como yo desaparezco entre un grupo de bailarinas.

Los raëlianos tienen una linda y pequeña religión, me digo a mí mismo mientras recojo mis cosas y hago una salida rápida. Debe haber sido divertido compartir con ellos un verano, haciendo un poco de meditación sensual con las Naciones Unidas en un grupo de strippers –si no hubiera sido por la cuestión de los OVNIs. El problema es que mi deseo podría terminar arruinado por mi curiosidad refleja, inculcada por mi propia secta, el culto de los Hombres de Noticias. Hay aún muchas preguntas sueltas en mi cabeza: ¿Qué pasa si te negás a pagarle a Raël el 10 por ciento de diezmo? Si el Elohim creó a los humanos de su propio ácido ribonucleico (ADN) ¿quién creó el Elohim? Y, lo más importante, ¿qué les pasa a los raëlianos cuando envejecen?

Cuanto más obsesivamente hago preguntas más las evitan los creyentes, entonces llego a una conclusión inevitable y que sabía de antemano: no tengo suficiente fe para ser raëliano. De hecho, en el emerger de un crepúsculo confortante en Montreal me digo a mí mismo que probablemente necesito un poco más de desprogramación.

Primera publicación: Grescoe, Taras; ‘Raël love - A gorgeous group of alien spawn hones a hedonistic hankering for sex’, en la sección Travel de Salon.com, 8 de Marzo de 2000. URL: http://www.salon.com/travel/feature/2000/03/08/raelians

Traducido del inglés por Mariana Comolli

(*) Taras Grescoe ha escrito para varias publicaciones, entre ellas Wired, Islands, Saveur, The Independent y The Times de Londres. Vive en Montreal.

(**) Nota de la Traductora: "Glad" significa "alegría", pero como en el original dice "Man From Glad" está con mayúscula ignoro si es una ironía para significar algo así como el "Hombre de la Alegría" o "El hombre de Glad", entendiendo a Glad como un nombre propio de algún sitio que desconozco).

(***) N. de la T.: ¡Conmigo lo logró!

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