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[ARCHIVO]
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EL
EXORCISTA, UN OFICIO DELICADO |
Por
Sergio Rubin |
El temor a Satán parece
acompañar a la creciente deshumanización.
¿Es cierto que la Iglesia Católica necesita
más exorcistas? En la Argentina pocos sacerdotes
reconocen que casos de posesión.
Es probable que la proliferación de las creencias
esotéricas en este fin de milenio (el milenarismo),
muchas veces de la mano del auge de las llamadas sectas,
haya provocado un aumento de los ritos satánicos
y, en general, el temor a Satán. En rigor, algo parecido
ocurrió en torno al año mil. Quizá
ahora habría que agregar entre las causas de ese
fenómeno la creciente deshumanización de la
sociedad moderna.Pero, de ahí a que los presuntos
casos de posesión diabólica -reconocidos como
tales por la Iglesia Católica- hayan aumentado, hay
un trecho demasiado largo, sin que alguna estadística
o indicio conocido lo confirme. |
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Por tanto, mal podría decirse que el catolicismo
necesita más exorcistas, o sea, sacerdotes capacitados
en “expulsar al demonio de un cuerpo”, pese a que este tipo
de curas aumentan en los Estados Unidos.
Es cierto que suele comentarse que el Papa Juan
Pablo II exorcizó en El Vaticano a una mujer.
No lo es menos que la Iglesia no anda publicitando estos casos.
Pero también es verdad que, para el catolicismo, las
posesiones “son rarísimas, muy excepcionales”".
Con lo que, sí, los sacerdotes se encuentran a veces,
son con casos de presunta posesión que luego, tras rigurosos
estudios, determinan que no son tales.
NEGARSE AL PACTO
“Hace unos años me trajeron del Norte un joven que, efectivamente
estaba poseído”, relató a Clarín
el padre Carlos Mancusso, de la Arquidiócesis de La Plata,
capacitado en practicar exorcismos, es decir, expulsar al demonio
del cuerpo de una persona.
Mancusso explicó que la posesión se produjo debido
a que el joven hizo "un pacto con el demonio" y, así,
éste pudo poseerlo. “Pero quien deja entrar en su cuerpo
a satán nunca termina bien y, de hecho, en este caso,
el demonio le pidió al joven que matara a su padre, pero
éste se negó”, relató.
El sacerdote agregó que entonces empezó una lucha
entre el joven y satán. Como las convulsiones del muchacho
no pudieron ser aclaradas ni por el clínico, ni por el
psiquiatra, finalmente, como suele ocurrir, los familiares apelaron
a la Iglesia. Así, el caso llegó a Mancuso.
En la Argentina, en principio, es difícil dar con un
sacerdote especialmente capacitado en exorcismos, pese a que
suele decirse que en cada diócesis hay uno. Es difícil
encontrar a alguien que diga que tuvo algún caso de posesión.
Uno de estos curas, Gregorio Zitzmann, dijo que, en 43 años
de sacerdocio, nunca se topó con un caso. Sólo
el padre Mancusso declaró que hizo dos exorcismos en
su vida. De todas formas, el Vaticano publicó recientemente
el ritual exorcista. Por las dudas.
Primera publicación: diario Clarín,
Buenos Aires, 18 de diciembre 2000 (http://www.clarin.com/).
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