[ EDITORIAL Nº 1 / Página 2 ]

 

Hallarás secciones informativas pero polémicas en Dios!, como BIOGRAFÍAS, la galería de personajes -científicos, gurúes, charlatanes, genios, escribas, ufólogos y otras raras avis- que han participado o aún participan en el debate de la ciencia, la magia, la religón y lo paranormal. Rubros heterodoxos como CIBERMÍSTICA, donde se exponen esos entrecruzamientos raros entre tecnología y religión, o CONSPIRANOIA, donde aprenderemos que hasta de la teorías más paranoicas hay algo qué aprender. Pero las creencias son un material plástico, como mosaicos irregulares, piezas de un puzzle con bordes borrosos. La Web es, entre otras cosas, un medio maleable, lo que permite corregir rápidamente errores, injusticias y omisiones. Por eso, sé libre de proponer cambios.
Ilustración: www.sbarreiro.com
Dios! ansía convertirse en fuente de consulta -bien informada, confiable y rigurosa- para los internautas interesados en las extravagancias culturales que merecen una atención más cuidadosa que la que hasta ahora se le ha dispensado. Más allá de cuál sea tu vereda del creer.

¿Por qué Dios!? Porque es una expresión que hermana a creyentes, agnósticos e incluso a ateos asombrados: hasta el más incrédulo reclama distenderse en un lejano suspiro de religión. Lo que realmente importa es qué hacemos después de ese suspiro.

 
 
  En Dios!, quizá, descubrirás algo que ignorabas, maravillándote al constatar que aquella creencia que acariciabas estaba equivocada. O te asombrarás al comenzar a creer en explicaciones que -sospechabas- no merecían ser creídas. Si esto sucediera, si este llegara a ser tu caso, valga este mensaje de bienvenida para deslizar un consejo que aprendimos de los improbables habitantes del planeta UMMO: no nos creas.
Si por ventura te invade la sensación de que alguien te intenta convencer de algo sin pruebas, no compres.
 
Estos contenidos no son -no deberían ser- la última palabra. Nuestro sueño es crear un espacio vivo, crítico y autocrítico. Ser un incentivo para buscar nuevos links, visitar bibliotecas, revisar referencias, cruzar fuentes...
Nuestra aspiración es disparar tu espíritu crítico, que cada cosa que leas te estimule a seguir investigando por tu cuenta y riesgo. Para lograrlo, debemos alejarnos del falso confort de la asimilación pasiva: adoptar un papel dinámico ante el conocimiento vale más que recitar de memoria La Ilíada y La Odisea. Un día podrás ganar un millón de pesos. Pero, treinta años después, descubrirás que da lo mismo la Biblia que el calefón, y un cerebro dormido e insensible no está preparado para vencer ningún desafío.
 
 
  Sí: Dios! existe. No, tal vez no es el que creías. Pero, si aquí estamos, es porque queremos [creemos] ser uno de esos puntos de llegada.
Lancémonos, pues, a la aventura de descubrir las explicaciones humanas de lo que no parece humano. Y, por favor, después no nos olvides: estamos ansiosos por saber qué tal te ha ido en tu primer viaje.
  Alejandro Agostinelli
Editor General de Dios!
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