Delgado, Patrick
Ufólogo, Cerealólogo, Ingeniero. Inglaterra

Ingeniero de diseño electromecánico en pensión y uno de los más tenaces expertos en "círculos de cereal", fenómeno que estudió a lo largo de diez intensos años. Antes de dedicar su vida al nuevo enigma, Pat desarrolló instrumental analítico electroquímico y diseñó molinos de viento para alimentar equipos eléctricos.
A lo largo de siete años se desempeñó en el British Missile Testing Range en Australia y luego para la NASA, donde participó de un proyecto para poner en órbita a una estación espacial.


Fue Delgado quien en 1981 atrajo la atención de los medios británicos (de la BBC, la ITN y varios periódicos) sobre la existencia de los extraños círculos que habían comenzado a brotar en los campos de cereal en Cheesfoot Head, Hampshire, en el sur de Inglaterra. Extasiado ante su simetría y belleza, quedó prendado al enigma que estas formaciones representaban para él. Desde ese día comenzó a descubrir nuevos extraños círculos, a los cuales estudió, sobrevoló y fotografió con entusiasmo, paciencia y dedicación. En 1983, Colin Andrews lo invitó a formar el Circles Phenomenon Research Group (Grupo de Investigación sobre el Fenómeno de Los Círculos). Juntos escribieron "Circular Evidence" [Evidencia Circular], 1989. Fue el primer best-seller dedicado al redondeado asunto.

PARADOJAS CIRCULARES
Con los años, notó que no había un círculo igual a otro y que su complejidad iba "in crescendo". Donde los escépticos veían "signos" de inteligencia humana, Pat veía pruebas de que había "alguien ahí fuera". Cuando más raros eran los círculos, más extraterrestres parecían. Así, sus estudios lo parecieron conducir a un laberinto sin salida. Tanto que llegó a preguntarse: "Tan pronto como pensábamos haber resuelto una particularidad, el siguiente círculo presentaba una variación inexplicable, como si quisiera decir, ‘¿y ahora cómo se las van a arreglar?’" ("Testimonios circulares", p. 12). Cuando Pat escribió esa frase ignoraba que esos y no otros eran los interrogantes que pretendían disparar las "inteligencias" que operaban detrás del fenómeno...

Su deserción de la actividad se produjo poco después de la confesión, en 1991, de los jubilados de Wilshire, Doug Bower y Dave Chorley, quienes, en un tardío gesto de piedad, decidieron revelarle haber sido los inciadores del misterio. Cuando Delgado oyó la confesión, primero se derrumbó; pero pronto se repuso y los consideró parte de un plan destinado a encubrir la verdadera naturaleza del enigma.

Al igual que sucedió con su colega Andrews, tanto la prensa como los "hacedores de círculos" intentaron calibrar su sagacidad para diferenciar "círculos verdaderos" de otros "artificiales". En una ocasión, por ejemplo, un programa de Canal 4 TV invitó a Delgado a analizar un círculo en Marlborough (Wiltshire). Y, como lo admite el mismo editor de su libro "Testimonios circulares", Delgado anunció que "ningún ser humano sería capaz de hacer esto". Pero Delgado se llevó un chasco brutal: los productores le habían tendido una trampa. Los responsables del programa luego revelaron que habían contratado a un grupo de profesores de la Universidad de Southampton para crear aquella formación. El mismo editor de "Testimonios circulares" escribe: "Parecía que el misterio por fin había sido resuelto... cuando, cuatro días después de la ‘broma’, el granjero que había cedido su campo explicó que, al lado de las figuras falsas, acababan de aparecer nuevas formaciones circulares completamente misteriosas" (p.191.)

Para los partidarios del enigma, "que algunos de los círculos tengan procedencia humana (aun cuando su perfección iguale a los otros) no significa que todos tengan una explicación tan simple." ¿Qué fuerza, entonces, originó a este extraño fenómeno? Delgado no cree en la hipótesis humana. Pues, para él, "el fraude es la explicación preferida por aquellos que desacreditan lo desconocido." ("Testimonios circulares", p. 13). Pero el asunto de los círculos tiene poco que ver con el fraude en un sentido clásico. Para Mike J., un cerearólogo disidente, a los fanáticos les cuesta entender por qué sus hacedores se toman tanto trabajo para "complicar la vida de todo el mundo". El propio Mike, en el artículo Yo fui un vórtice plasmático juvenil, explica cómo creó con sus amigos un círculo experimental que pronto fue atribuido a visitantes del espacio cuando... él nada sabía acerca de las actividades de los artistas de cereal. Es decir, la intención de Mike no era falsificar nada ni engañar a nadie. "Nuestro interés -escribió- había sido probarnos a nosotros mismos que, contrariamente a la opinión de los ‘expertos’, la construcción de un círculo por parte de seres humanos resultaba bastante sencilla". La confesión de Bower y Chorley habría causado en Delgado un impacto del cual nunca terminó de reponerse. Andrews, su ex compañero del Circles Phenomenon Research Group, contó que Pat acabó donde los viejos amigos deWilshire habían empezado: celebrando glorias del pasado con un chop de cerveza en la mano. En fin, le punto es que los hombres van y vienen. Pero las conmovedoras historias de los verdaderos buscadores de círculos y sus hacedores aún merecen ser reivindicados por Hollywood. O reaparecer en una novela trasnochada. Jim Schnabel debería estar leyendo este comentario. Y, luego, lanzarse a escribir una segunda parte de su ensayo, donde reaparezcan -diez años después- los protagonistas de esta historia. Así nadie más vuelve a perderse en las campiñas inglesas buscando un 'crop circle' mal señalizado. O, quizá, aprender algo nuevo de tan entretenida experiencia.

Referencias:

Andrews, Colin y Delgado, Pat; "Testimonios circulares", Tikal Ediciones (Madrid, 1994). Edición Original: "Circular Evidence", Bloomsbury Publishing Ltd, 1989.

Le Geyt; Idina; "The Corn Circles Riddle"

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[Por Alejandro Agostinelli. Este texto es parte del Proyecto Enciclopedia Multimedia de Cultos, Mitos y Misterios. Exclusivo para Dios! © 2002 Todos los derechos reservados.]
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