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[OPINIÓN]
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LA
MUERTE SEGÚN ISAAC ASIMOV |
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Isaac
Asimov escribió: Diga a la gente que la muerte
no existe y conseguirá que ésta le crea y la
gente aplauda con gratitud la buena noticia. El escritor
soviético -que hizo brillar la ciencia ficción,
que fue un agnóstico confeso, que abandonó el
mundo de los vivos el 6 de abril de 1992- explicó así
por qué cree que todo lo que permanece de él
son sus libros: Los seres humanos tienen el hábito
de creer en aquello que les conforta. Hay muchas desventajas
en el universo tal como es: no podés vivir eternamente,
no podés obtener algo a cambio de nada, no podés
jugar con cuchillos sin cortarte, no podés ganar siempre...
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Naturalmente,
quien prometa eliminar esos inconvenientes ser creído con
avidez. Los inconvenientes y desventajas seguirán ahí.
Pero ¿qué ocurre entonces? Tomemos el inconveniente
mayor, más universal e inevitable: la muerte. Realice
un recuento de la cantidad de seres humanos que cree en la vida
después de la muerte, en el cielo, en las doctrinas espiritualistas,
en la transmigración de las almas. Tengo la absoluta convicción
de que encontraría una amplia, e incluso rotunda mayoría
en favor del esquinazo a la muerte mediante su negación
con una u otra estrategia.
Hasta donde alcanza mi conocimiento, no he hallado el menor
atisbo de evidencia de que la muerte no sea otra cosa que la permanente
disolución de la personalidad. Al cabo de lo cual,
en lo que concierne a la conciencia individual, no hay nada.
Si Usted desea rebatir este punto, presénteme la
evidencia. Sin embargo, desde ya le adelanto que no voy a aceptar
algunos argumentos:
- No aceptaré
ningún argumento de autoridad (La Biblia lo dice).
- No aceptaré
ningún argumento que provenga de convicciones internas
(Tengo fe en que es así).
- No aceptaré
ningún argumento que suponga abuso hacia la persona (¿Qué
es usted, un ateo?)
- No aceptaré
ningún argumento irrelevante (Acaso piensa que
se nos ha puesto en la Tierra sólo para existir un momento?)
- No aceptaré
ningún argumento anecdótico (Mi prima tiene
una amiga que estuvo con una médium y habló con
el espíritu de su difunto marido).
Y cuando todo
esto -además de otras variantes de falsa evidencia- haya
sido eliminado, nos encontraremos sin nada de qué hablar.
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